Exposición Mundial de Comercio Islámico en Kota Bharu, Malasia.
22/06/2012 - Autor: Abdul Haqq Salaberria
La Exposición Mundial del Comercio Islámico celebrada el fin de semana del 15 al 18 de junio en Kota Bharu, capital del Sultanato malayo de Kelantan tuvo su broche dorado con la Convención Halal basada en el Dinar y Dirham celebrada el lunes 18 de junio, donde además de analizar la situación y proyección futura del mercado de productos halal en Malasia y en el resto del mundo, se abordó el tema de las finanzas halal, la economía islámica y el uso del Dinar de oro y Dirham de plata como moneda propia de los musulmanes sin distinción de nacionalidades y sin estar sometida a los dictados de los mercados financieros o del sistema bancario. De especial interés fueron las intervenciones de distintos ponentes que hicieron énfasis en la necesidad de combatir la usura como una práctica aborrecida por los musulmanes y estrictamente prohibida en el Islam.
Acabamos de llegar de la Exposición Mundial de Comercio Islámico organizada por el Gobierno de Kelantan en Kota Bharu. Ha sido la primera feria de muchas otras que vendrán que intentan promover el uso de la moneda de la Sharia. Representantes de los gobiernos de Uzbekistán, Pakistán, Irán, Kazakistán, etc. adquirieron algunas monedas para poderlas llevar de vuelta a sus respectivos países y mostrar la futura divisa de la Ummah, las que durante miles de años fueron las únicas monedas válidas en los sucesivos califatos y que sólo en época muy reciente han sido arrebatadas de las manos de los musulmanes para robarles y manipularles por medio del papel-deuda de las divisas nacionales.
Lo más importante fue el compromiso de los delegados de la comunidad musulmana china de llevar el asunto del Dinar y Dirham a su país. En China, oficialmente, hay unos 25 millones de musulmanes cuya posición económica y estratégica es importante. Los principales asentamientos se encuentran en las regiones de Xinjiang, Gansu y Ningxia, además de Yunnan –sudoeste- y Henan-centro de China- También hay musulmanes tibetanos y mogoles. Los bordes de Asia Central, Tibet y Mongolia se conocen con el nombre de “El Cinturón del Corán”, abarcando una docena de etnias de mayoría musulmana.
También fue una importantísima contribución al éxito de la Convención la aportación de Humaira Shahid, Parlamentaria de Punjab que ha legislado contra las prácticas usureras en el ámbito agrario en Pakistán, quien también se comprometió a lanzar el Dinar y el Dirham en Punjab como parte de una estrategia global y ambiciosa contra la usura, que calificó como un cáncer que destruye a la sociedad y al medio natural. “Por favor, no legitimemos la usura” dijo insistiendo en que hay una cierta complicidad política con los usureros incluso en un país como Pakistán que se proclama como una república islámica. “La posición respecto a la usura no admite grises: es o blanco o negro”.
Libertad y unidad
También fue reseñable la intervención de Shayj Umar Vadillo, representante de World Islámic Mint y Asesor Técnico de Kelantan Golden Trade, la compañía estatal encargada de acuñar las monedas en el Sultanato de Kelantan, quien afirmo que el sistema capitalista está destinado al fracaso porque “Allah y su Mensajero han declarado la guerra a la usura” y porque “El comercio es halal pero la usura es haram”. Así que lo que va a suceder, con toda certeza, es que hagamos o no algo al respecto todo el sistema colapsará. Es algo que viene anunciándose desde hace tiempo y no sólo por parte de los musulmanes. Mientras tanto, la alternativa, el Dinar y el Dirham, van expandiéndose en todo el planeta. No sólo en Malasia, Indonesia y Filipinas, donde unos cuantos sultanes se han comprometido a acuñar las monedas y a cobrar el Zakat con ellas. Lugares tan estratégicos como China, Pakistán, Bangladesh o Kazakistán están interesados en acuñar Dinar y Dirham. El gobierno de Zimbabwe ha declarado su intención de acuñar monedas de oro y de plata para que sean su moneda de curso legal, lugar que ahora ocupa el dólar americano, el euro, y el rand sudafricano ante el hundimiento de su propia divisa, y su banco central va a seguir para ello el modelo de Kelantan. El Estado de Utha en los EE. UU., desafiando la constitución de ese país, ha decidido hacer lo mismo, declarando que el dólar es un fraude, encontrándose otros 5 estados pendientes de lo que allí suceda para sumarse a la iniciativa.
Shayj Umar Vadillo sentenciaba: ”La ironía de nuestro tiempo es que hay más gente en los Estado Unidos que desconfía del dólar de la que hay en Malasia. Pero nosotros tenemos una ventaja que ellos no tienen: tenemos el modelo de Medina. Y eso significa la restauración de la libertad. No nos motiva el oro y la plata, usamos el oro y la plata; lo que nos motiva es la libertad. Lo que nos motiva es que Allah subhana ta Allah ha garantizado el comercio con libertad, al ordenar en el Corán:
“”comerciad con mutuo consentimiento”” , y ese consentimiento incluye la moneda. La moneda no puede ser impuesta. El Banco Central de Malasia no tiene la autoridad para imponer a la gente que use el Ringit. Tampoco ninguna autoridad musulmana puede obligar al uso del Dinar de oro...Así que el Dinar y el Dirham lo que nos devuelves es un Derecho Humano fundamental: la libertad de poder elegir el medio de cambio”.
Acabó su intervención apelando a la unidad de los pueblos musulmanes que pueden comerciar entre ellos con una moneda común que les libere de sus debilitadas monedas nacionales, todas ellas dependientes del dólar para su valor de mercado.
Campaña difamatoria
A pesar del éxito de la Exposición Mundial de Comercio Islámico y de la Convención Halal, la prensa oficial malaya, controlada por el régimen en el poder, parecía más interesada en sembrar dudas respecto a la transparencia y legalidad de Kelantan Golden Trade (KGT) la empresa pública dedicada a la acuñación de Dinar y Dirham. Kelantan está gobernado por la oposición política al régimen actual y KGT es la empresa pública con más éxito en ese sultanato. Pero a pesar del intento fallido de desprestigiar la brillante e impecable gestión de KGT, la campaña de difamaciones ha conseguido crear un inesperado y renovado interés por el proyecto Dinar & Dirham.Allah usa a los enemigos del Islam para favorecer al Islam.
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